martes, 12 de mayo de 2015

Diversión en las escaleras

El título de este post parece un poco un sinsentido viniendo de un blog de paternidad, verdad? Siempre se relacionan las escaleras y los niños con posible riesgo y yo hablo de diversión en ellas... Ahora os cuento, que todo tiene su explicación.

Si hay una persona con la que el enano se ríe a las primeras de cambio es con su hermana. Es alucinante las carcajadas que puede llegar a soltar cuando la #hermanamayor le hace cuatro tonterías (o a veces ni eso, solo con acercarse!).

Hace casi un año, cuando estaba cercana la llegada del pequeñajo de la familia y aprovechando que el colegio al que le tocaba ir la grande estaba lejos de donde vivíamos, nos mudamos. Alquilamos nuestro piso (propiedad que compartimos en un amplio porcentaje con el banco) y buscamos uno de alquiler. Al final encontramos un dúplex que nos encajaba bastante (sin que lo buscáramos expresamente) y cumplía nuestras expectativas en gran medida. Y como bien sabéis, en los dúplex hay escaleras...




Nunca nos habríamos imaginado que los desplazamientos por las escaleras que van a la planta de arriba nos fueran a hacer reír tanto. Desde que el pequeñajo era muy bebé (ni que fuera ahora tan grande!) se produce un curioso fenómeno, sobretodo subiendo... Siempre que la #hermanamayor sube delante de él y le hace cuatro carantoñas, las escaleras se convierten en un festival del humor sin fin; el enano riéndose a carcajada limpia, sin parar; nosotros, babeando cual babosas subiendo las escaleras y más felices que unas perdices, y la causante de todo, la princesa de la casa, crecida ante el fervor de su reducido público que responde tan efusivamente sus payasadas.

Ahora que el pequeñajo ya es un poco más consciente de las cosas, hasta se prepara cuando vamos hacia las escaleras... y llama a su hermana si va distraída y no le dice nada!

En fin, que pese a que hay que tener cuidado con las escaleras, quién nos iba a decir que nos íbamos a divertir tanto subiendo (y a veces bajando) las escaleras de un dúplex. Y la gente que nos decía que nos íbamos a hartar de subir... así es imposible! Lo más curioso de todo es que bajando las escaleras no tiene el mismo efecto y, pese a que baja alegre en nuestros brazos, ni con las animaciones de su hermana se produce el espectáculo... ¡Cómo nos gustaría saber qué es lo que le hace reír así!

Igual cuando sean más grandes cambiamos el sentido de la diversión con esto:



Tiene pinta de ser divertido, incluso para nosotros :P

miércoles, 6 de mayo de 2015

#mamanoteescondas

Voy algo tarde, pero creo que vale la pena participar en la iniciativa que han puesto en marcha Misión: Mamá Ninja, Pau Almuni, Un papá como Vader, Joaquín Montaner y La parejita de golpe a la que se han apuntado algunos blogs más para el día de la madre.


¡Mamá, no te escondas!

En no mucho tiempo han salido noticias en los medios y en las redes sociales sobre madres que han tenido determinados problemas mientras amamantaban a sus bebés. Situaciones como esas son las que deben hacer que el lema de esta iniciativa, ¡Mamá, no te escondas!, tome más fuerza aún si cabe.

Y es que no hay que esconderse porque el hecho que una madre amamante a su bebé: es algo natural (alguien se ha olvidado que somos MAMÍFEROS?) y nuestra especie ha sobrevivido miles de años gracias precisamente a eso, a que nuestras madres nos han amamantado.

¿Cómo es posible que hayamos llegado a una situación así, en la que pueda llegar a resultar 'incómodo' para una madre alimentar a su hijo en una sociedad supuestamente avanzada? Muchos lo llegan a vender como que es esclavo para la madre, otros dicen que es una situación incómoda para los que la viven de cerca e incluso hay gente que dice que es 'mejor' la leche de fórmula. Es increíble lo que han conseguido en poco más de 40 años algunos laboratorios, acabando con el pensamiento natural de varios miles de años.

Ahora toca trabajar duro para que la sociedad entienda que la lactancia es algo natural, que es necesaria en nuestra especie y que, igual que dar biberón, es una decisión personal y, por tanto, debe ser respetada. De la misma forma que no está mal visto que una madre (o un padre) dé un biberón en cualquier sitio, no puede estarlo el hacerlo con el mejor alimento que puede tomar un bebé (y está demostrado científicamente).

Hagamos que la gente vea normal... lo que siempre ha sido normal, ¡Mamá, no te escondas!